El Supremo consideró las tarjetas revolving como usura
El Ministerio de Economía va a modificar las condiciones de comercialización de las tarjetas revolving. Se empezará a aplicar a partir del 2 de enero de 2021.
Las tarjetas revolving hace meses que dan mucho de qué hablar. Y es que, en algunos casos, pueden aplicar intereses de hasta el 27%. Esto desemboca en que algunos usuarios siguen pagando el préstamo durante mucho tiempo, llegando a alcanzar el doble del importe inicial.
Por eso, el Gobierno ha determinado que los bancos deben ser más transparentes con este tipo de productos. Eso sí, no han limitado los intereses, a pesar de que el Tribunal Supremo ya los calificó como usura.
¿Qué son las tarjetas revolving?
Se trata de un tipo de préstamo en forma de tarjeta. Es similar a las tarjetas de crédito, pero éstas tienen sus propias características.
De este modo, los bancos ofrecen el préstamo de una cantidad que se irá devolviendo mediante cuotas mensuales. Eso sí, tiene una duración indefinida y los intereses suelen ser muy altos.
Una parte del problema está en que, una vez que el cliente ha devuelto una cantidad, vuelve a tenerla disponible. Por tanto, sería un crédito rotativo, como una tarjeta de crédito permanente.
El Banco de España las define así: «una tipología especial de tarjeta de crédito. Su principal característica es el establecimiento de un límite de crédito cuyo disponible coincide inicialmente con dicho límite, que disminuye según se realizan cargos (compras, disposiciones de efectivo, transferencias, liquidaciones de intereses y gastos y otros) y se repone con abonos (pago de los recibos periódicos, devoluciones de compras, etc)».
Más transparencia con estos productos
Por eso, el Ministerio de Economía y Transformación Digital ha determinado que las entidades deben tener más transparencia cuando se trata de estos productos. Solo así se podrá poner al alcance de los consumidores el funcionamiento de su sistema de amortización, que es bastante complejo.
Una vez entren en vigor los cambios del Ministerio, las entidades tendrán que avisar al cliente cuando esté haciendo una ampliación del límite de crédito. Además, tendrá que ser informado del coste y el estado de su préstamo.
Evaluar la solvencia del consumidor
Además de aumentar la transparencia, los bancos tendrán que evaluar adecuadamente la solvencia del cliente en cuestión. Así, tendrán que asegurarse de que va a poder afrontar un préstamo con estas características. Solo así se podrá evitar el sobreendeudamiento.
Igualmente, estos procedimientos tendrán que ser revisados periódicamente. Esta revisión la llevarán a cabo las propias entidades.
La sentencia del Tribunal Supremo
En lo que no entra esta nueva orden del Ministerio es en los tipos de interés aplicados a este tipo de préstamos. Es así a pesar de que el Tribunal Supremo ya se pronunció al respecto, considerando que intereses de hasta el 27% serían usura.
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