La llegada de la factura electrónica obligatoria en España marca un cambio profundo para los autónomos y las PYMEs.
A partir del 29 de julio de 2025, la nueva normativa aprobada en la Orden HAC/1177/2024 exigirá que todos los softwares de facturación cumplan con estándares específicos de la Agencia Tributaria (AEAT).
Este cambio, derivado de la Ley Antifraude, busca frenar el fraude fiscal, mejorar la trazabilidad de las transacciones y optimizar el control económico.
En este artículo analizaremos el impacto que esta regulación tendrá en los sectores más afectados, cómo podrán adaptarse y los retos que plantea para las asesorías y despachos legales que acompañan a sus clientes en esta transición.
¿Qué cambios trae la factura electrónica obligatoria?
Con la nueva normativa, el proceso de facturación dejará de ser solo una formalidad y pasará a ser un requisito fiscal obligatorio que debe realizarse mediante un sistema homologado por la AEAT.
En la práctica, esto significa que las empresas, autónomos y sus asesores deben migrar sus sistemas a soluciones que permitan el control y la verificación inmediata de cada transacción.
Este requisito pretende que cada factura sea rastreable y visible para la AEAT, ayudando a eliminar prácticas de evasión y manipulación fiscal.
¿Cuándo y quiénes estarán obligados a emitir factura electrónica?
A partir de 2025, la obligación recaerá sobre todos los autónomos y empresas con ingresos anuales inferiores a 6 millones de euros, una población empresarial que hasta ahora estaba exenta de reportar a través del Suministro Inmediato de Información (SII).
Sin embargo, existe la posibilidad de que la implementación para autónomos y pequeñas empresas se posponga hasta enero de 2026, permitiendo un margen para la adaptación de los sistemas.
Experiencia práctica:
Desde el despacho, he visto cómo esta obligación ha generado inquietud en mis clientes autónomos y pequeñas empresas, especialmente aquellos que no están familiarizados con sistemas digitales complejos.
La posible prórroga hasta 2026 ha dado un respiro, pero la presión de adaptarse sigue presente.
Detalles técnicos: Software homologado, plataforma AEAT y código QR
Uno de los aspectos más técnicos de la nueva normativa es que exige el uso de un software de facturación homologado, lo que implica que cada factura deberá generarse mediante un sistema que cumpla con los criterios de la AEAT.
Adicionalmente, todas las facturas electrónicas deberán incluir un código QR único, permitiendo que la información fiscal sea accesible y verificable tanto para el receptor como para la propia Agencia Tributaria.
Para facilitar la transición, la AEAT ha desarrollado una plataforma gratuita para la emisión de facturas electrónicas, disponible para empresas y autónomos.
Esta plataforma, además, permitirá a los apoderados tramitar la facturación en nombre de sus clientes, un aspecto que beneficiará especialmente a las asesorías y despachos legales.
Beneficios de la factura electrónica: Transparencia, trazabilidad y control fiscal
La factura electrónica no solo será una herramienta de control, sino también un mecanismo para aumentar la transparencia en las relaciones comerciales.
La inclusión del código QR y la capacidad de verificar cada transacción en tiempo real garantiza la integridad y trazabilidad de los datos, factores clave para reducir la economía sumergida y mejorar la recaudación fiscal.
Con esta medida, se espera que España avance en los estándares europeos de control y verificación digital de operaciones económicas.
Observación: La implementación de esta medida representa una ventaja en términos de fiscalidad para los clientes, pues reduce los riesgos de error o fraude en las facturas.
Para las PYMEs y autónomos, también representa una oportunidad de modernización en sus sistemas, aunque el coste inicial de adaptación es una de las barreras más comunes que hemos identificado.
Desafíos y preparativos para PYMEs y autónomos ante la nueva normativa
La implementación de la factura electrónica supone desafíos considerables para los pequeños empresarios.
No solo deberán actualizar sus sistemas de facturación, sino también adaptar sus operaciones diarias a un entorno digital.
Los costes iniciales pueden ser elevados, especialmente para aquellos negocios que operan con márgenes ajustados.
Además, la falta de familiaridad con los sistemas digitales y las dudas sobre la operatividad del sistema AEAT en los primeros meses son factores de preocupación entre los profesionales.
Consejo: Para enfrentar estos desafíos, hemos recomendado a nuestros clientes iniciar cuanto antes la migración a softwares homologados y aprovechar los recursos formativos que la AEAT está comenzando a ofrecer.
También sugerimos revisar las alternativas de financiamiento y deducciones fiscales disponibles para cubrir los costes de la implementación de estos nuevos sistemas.
Impacto para asesorías y despachos legales en la transición a la facturación electrónica
Para los despachos de asesoría fiscal y legal, como el nuestro, la normativa implica un rol clave en la formación y apoyo a los clientes.
Desde proporcionar información sobre los nuevos requisitos, hasta facilitar la integración de los sistemas de facturación, los despachos están llamados a desempeñar un papel esencial en la transición.
Además, con la posibilidad de sanciones y auditorías por incumplimiento, nuestra labor como asesores incluye preparar a los clientes para el control riguroso que implementará la AEAT.
Experiencia en asesoramiento: En mi experiencia, este tipo de cambios normativos generan resistencia, especialmente en aquellos que están acostumbrados a operar con métodos tradicionales.
Por ello, hemos implementado un plan de asesoramiento para asegurar que nuestros clientes no solo cumplan con la normativa, sino que también entiendan los beneficios de adoptar un sistema de facturación moderno.
Si necesitas ayuda con la adaptación a esta nueva normativa, somos abogados especializados y estamos aquí para ayudarte. (Enlazar al servicio que corresponda) ¿Fiscal?
Posibles retrasos y flexibilidades en la implementación para pequeñas empresas
Aunque la entrada en vigor oficial es en 2025, se espera que el gobierno conceda una prórroga hasta enero de 2026 para autónomos y pequeñas empresas.
Esto se debe a la complejidad del cambio y la necesidad de que las empresas más pequeñas dispongan del tiempo necesario para adaptar sus procesos.
Sin embargo, es importante que todos los negocios comiencen su transición lo antes posible, ya que los retrasos pueden implicar un esfuerzo mayor y sanciones en caso de incumplimiento.
Un futuro transparente y digital para la facturación en España
La factura electrónica obligatoria en 2025 representa un avance en la fiscalidad y la administración tributaria española.
Este cambio no solo apunta a reducir el fraude, sino también a integrar la tecnología en las operaciones diarias de PYMEs y autónomos, abriendo paso a una economía más transparente y controlada.
La colaboración entre empresas, asesores y la propia AEAT será clave para que esta transición se realice de manera eficiente y efectiva, aprovechando las ventajas de la digitalización y minimizando las barreras iniciales de adaptación.
Reflexión final: La factura electrónica obligatoria es un paso importante hacia una fiscalidad moderna. Aunque representa un reto para los negocios menos digitalizados, su implementación trae consigo beneficios que, a largo plazo, mejorarán la calidad del ecosistema fiscal y económico en España.
